sábado, 13 de septiembre de 2014

Mitos y verdades de las afrodisíacos y estimulantes sexuales




Es larga la lista de sustancias que con o sin razón se sindican como afrodisíacos y/o estimulantes sexuales. Muchas de ellas son solo mitos que producen un efecto placebo (se trata, de un fenómeno psicológico y no de la acción real del medicamento o terapia ). En primer lugar debemos diferenciar dos cosas; una es el estimulo del deseo sexual y la otra es el estimulo de las funciones de los órganos sexuales.


Lo complicado de esta división es que la sexualidad esta dividida en partes iguales entre la psiquis y los órganos sexuales. Esta dependencia hace que si uno falla, también fallará el otro. Es como una computadora y la impresora, una falla del software o del hardware, producen la falla de todo el sistema. 

Hasta ahora no existe suficiente documentación para afirmar que una sustancia eleva el deseo sexual. Lo que si esta muy bien documentado es el efecto de sustancias que desinhiben al sujeto, facilitando la relación sexual. Uno de los mas empleados es el alcohol. Se sabe que  ciertas cantidades de licor ejercen una acción que bloquea los mecanismos normales de la prudencia y el  miedo. Es por esto que las personas bajo los efectos del alcohol, pueden pasar de ser seres callados y tímidos, a personas habladoras, pendencieras, e imprudentes. 
El deseo sexual existe en todos los seres humanos normales, pero es frenado por los sistemas de creencias, las obligaciones sociales y las tendencias religiosas.  Cuando este freno desaparece por la acción del alcohol u otra droga (éxtasis, cocaína, etc), resulta mucho mas fácil tener sexo con cualquiera porque el deseo existe de manera natural y al asumir las sustancias desinhibitorias, se manifiesta libremente y  sin ningún mecanismo de autocensura.  

Sin embargo no se conoce ninguna sustancia que ingerida por cualquier vía  haga que una persona sienta un deseo de sexo irrefrenable. Mucho se habla de la Yohimbina por ejemplo, esta produce la dilatación de los vasos sanguíneos y provoca en el órgano genital masculino, una erección más intensa y duradera. Se emplea contra la impotencia, prostatitis con micción dolorosa y, en menor medida, contra la frigidez femenina. Sin embargo no es un estimulante del deseo sexual, es un estimulante de la función genital.

Otro producto que a menudo se confunde con un estimulante del deseo sexual es el Sildenafilo (Viagra). Su efecto es bien conocido; aumenta la erección masculina  cualitativa y cuantitativamente, pero sin estimulaciòn sexual no producen  erección. Por lo tanto, igual que en el caso anterior, es un estimulante de la función genital.

Una de las cosas que mas influye en el deseo sexual es la herencia genética.  Es por ello que nos encontramos con personas que, de manera natural,  tienen un elevado deseo sexual, otros un deseo promedio, y otros que pueden ser totalmente apáticos. Sin embargo la naturaleza hace cosas increíbles en los seres humanos, especialmente en nosotras. Por ejemplo cuando se acerca la ovulaciòn, experimentamos una serie de cambios que nos hacen mas atractivas y de hecho se incrementan nuestro deseo sexual, ademas como en todas las especie, liberamos feromonas para atraer con mayor intensidad a individuos que potencialmente pueden ser nuestras parejas sexuales. Tal vez este sea uno de los pocos métodos de aumentar el deseo sexual que ha sido imitado en el laboratorio. 

La testosterona, sin duda está íntimamente relacionada con el deseo sexual, por esto cuando un individuo presenta bajo niveles de testosterona, ingerir suplementos de esta hormona aumenta la libido, pero en personas con niveles de testosterona normales, pueden ser hasta contraproducentes.

Otras sustancias como el chocolate, el cuerno de rinoceronte, las ostras, los testículos de toro, caballo, carnero, frutas exóticas y raíces milenarias, pueden tener un efecto positivo en la salud general del sujeto, pero no ejercen una particular influencia en el deseo sexual.

Una practica que positivamente eleva el deseo sexual es la actividad física corta e intensa. Esto tiene dos razones fundamentales: La primera es que la actividad física  estimula la producción de testosterona y la otra es que un individuo (hombre o mujer) con un cuerpo armónico y bien formado se hace más atractivo. 



Debo precisar que lo anterior se refiere al deseo sexual en individuos, no en parejas. Dentro de la relación de pareja existen cosas que son prácticamente obligatorias para aumentar y mantener el atractivo y el deseo sexual, como lo comentamos en ¿Cómo se mantiene el deseo sexual en la pareja? y también ¿Como preparar un encuentro sexual con todos los sentidos? 

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